martes, 3 de julio de 2012

La Sepia opina: una preciosa y vomitiva historia de JAMOR.

Si miramos cualquier comunidad de relatos, blog de aspirante quinceañera (más o menos) a escritora, la lista de mangas de cualquier editorial o la lista de libros juveniles más vendidos nos encontraremos sin ninguna duda varias de estas historias de JAMOR.

Y es que esas historias venden sí o sí, ¿no me creéis? pues pasemos a estudiar al público de ese tipo de historias: preadolescentes a partir del momento en el que se les alteren las hormonas, porque este es el momento crítico en el que la que antes era la niña de papá ahora sueña despierta con ser la protagonista de una novela de Rosemary Rogers, salvo porque estamos hablando de preadolescentes y las novelas rosas no son una opción.
Y en este punto de la historia surge la entidad que se alimenta de estas chicas y no es otra que la infame y pérfida Stephanie Meyer, que al contrario de su obra no les chupará la sangre si no todo el dinero de sus padres, recordar que estamos hablando de preadolescentes, e introduciéndolas así en "lo oscuro" (¿es correcto llamar oscuro a un libro cuyo protagonista brilla?).
Pero todo se acaba y llega un momento en el que, aunque parezca mentira, no le queda nada más que vender y entonces llegan aquellos que se han unido al carro de lo "oscuro" y la novela de JAMOR. Que ellas siguen enamoradas del gusiluz pero tampoco le hacen ascos al mozo de turno, ¿qué más da que sea un vampiro, hombre lobo o demonio? ¡no me seas racista!

¿Y cuál es la gracia de estos libros de JAMOR si básicamente son todos la misma historia con otros nombres y otra ubicación? pues muy simple, que hacen que la lectora se involucre con la protagonista y viva su historia como si fuera suya propia, ¡y es que los libros esos se prestan a ello! Veamos los puntos de la protagonista que hacen que la lectora se crea ella:

-Tenemos a una chica que es normalita, aunque en secreto todo el mundo cree que es guapa. -> La lectora se cree que eso es igual para ella.
Graciosamente nunca se llega a describir del todo a la protagonista y casi siempre consta de los rasgos más normales, es decir, pelo y ojos castaños, altura media, etc.

-La protagonista siempre será rarita. -> ¿Qué preadolescente que se precie no siente que lo es? (bua bua nadie me entiende...¿os suena?).
Pero esto tampoco importa porque estos libros parecen un especial Halloween de Disney y al final todos se quieren, la amistad triunfa y el resto de parafernalia... menos cantar una canción, ellos son más "guays" que eso y lo que hacen es bailar, lo cuál es tan caballeroso por parte del gusiluz y similares que hace que la ropa interior de la protagonista (y de la lectora) acabe por los suelos así porque sí.

Luego tenemos a los "galanes" que se pueden describir todos igual: tipos callados, misteriosos, antisociales y fríos pero que en el fondo son unos cachos de pan, ositos amorosos y románticos empedernidos que solo sufren por el destino de ser "monstruos". Todo esto además de ser unos guaperas y vestir a la moda, lo que es la parte que menos sentido tienen para mi.

Por otro lado tenemos otros libros de JAMOR que son solo eso... JAMOR, y arco iris, y frases cursis, y provocan epilepsia...

Sin embargo el JAMOR no solo ocupa la literatura juvenil, también fluye a placer por ese otro oscuro objeto de deseo para esas jóvenes ingenuas...¡el manga!
Y es que es tal el poder del JAMOR dentro del manga/anime que tiene hasta un género solo para chicas donde siempre está presente: el shojo.
A partir de aquí me guió por títulos facilitados por Google ya que mis tonteos con el manga han sido pocos y breves.
Tenemos los mangas donde el JAMOR es el elemento principal y son como las novelas de JAMOR y nada más, leo en Google títulos como Kimi ni todoke, Nana o Hana Yori Dango.
Por otro lado tenemos títulos que además meten humor y pongo por ejemplo Skip Beat, Lovely Complex, Yamato Nadeshiko Shichi Henge y Ouran Host Club, hay muchos más de ambos tipo pero no quiero alargar esto una barbaridad.

Sin embargo el fenómeno de lo oscuro ligado al JAMOR también influencia al manga solo hay que echarle un ojo a Vampire Knight, Rosario+Vampire o Angel Sanctuary.

En resumen esto del JAMOR ya era mercado en tiempos de Jane Austen y dudo que alguna vez deje de serlo.


domingo, 1 de julio de 2012

La Sepia opina: esa no tan pequeña población.

La opinión de hoy va para esas personas con las que todos nos hemos topado alguna vez en la vida. Estoy hablando de esas personas que escriben una historia comprendida por distintos plagios de trama y con una profundidad de ideas de digamos... 2 centímetros.
Dentro de esta población tenemos distintos tipos, del que hoy hablaré son unos de los que más pueden llegar a sacar de quicio, los hacedores de cómics fanfic.

No estoy hablando de todo aquel que haga este tipo de cómics, no, hablo de aquellos que crean un cómic fanfic y parece que ellos se han inventado todo (mundo, personajes sacados del videojuego/cómic original/serie/película y demás).
Y todo este despliegue de ego viene adornado la mayoría de las veces por un dibujo que podría describirse como hecho con el miembro viril enrollado en un Plastidecor, sin contar con las faltas de ortografía.

Las faltas de ortografía eso es algo a lo que le tengo que dar una opinión aparte, pero aquí ya lo digo: no cuesta tanto escribir bien, te va a leer más gente y no quedas como un garrulo. Porque yo cada vez que veo un cómic con faltas me imagino momentáneamente a una choni (o a su equivalente masculino) escribiéndolo y la imagen es repulsiva.

Si nos ponemos a pensar el motivo de este ego es imposible encontrar solo uno, el ser humano es egocéntrico por naturaleza, la mayoría no aguanta una crítica (aunque vaya dada con toda la buena intención del mundo), etc. Pero no pienso entrar en ese tema dado que ya corrió la tinta (metafóricamente) sobre ese tema hace poco y no es cuestión.

Tras acabar esta descripción soy consciente de que puede que alguien se pique... pero reitero lo anteriormente expresado de que esto solo va para aquellos que cumplan esos requisitos, sobre todo para aquellos cuyo ego podría inundar el mundo.