martes, 15 de mayo de 2012

Con todos ustedes....Sepia!!!!


En un lugar de un mar de cuyo nombre no quiero acordarme nació una adorable sepia.
Esta no era un sepia normal, ni siquiera era corriente, no amigos míos, a esta sepia no le gustaba flotar, lo que a esta sepia realmente le gustaba, lo que esta sepia realmente amaba, era crear.
Sin embargo entre las sepias no esta bien vista esta afición, es mucho más sano (dicen ellas) flotar en las aguas sin más, sin embargo, este procedimiento era harto aburrido para la sepia de marras y decidió vivir libre con sus ideales, porque como dice un escocés con tendencia a enseñar el culo: “podrán quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán la libertad”.
Así pues, las otras sepias la obligaron al exilio, y ella partió rumbo a la Isla de Elena como aquél pequeño gran hombre del que la sepia había leído en una ocasión y con el cuál se sentía conectada, le pareció un bello final para esa etapa de su vida. 
Pero es el destino una mala amante y en mitad de su periplo la capturaron. Y ahora en serio, no os podéis imaginar lo ingratos que fueron conmigo, ¡me trataron como a una cualquiera!.
Tras eso mi persona se vio insultada en múltiples formas hasta que llegue a la cárcel de las cárceles, un zoológico. Tuve que convivir con boquerones, sardinas, e incluso otras sepias, sepias como aquellas que habían en el lugar donde nací.Y todo eso bajo la atenta mirada de niños mocosos y padres con cara de aburrimiento. Solo podía describirse como una pesadilla.
Así que allí estaba yo, un ser superior compartiendo hábitat con esos pescados mediocres cuando caí en la cuenta y todo comenzó.
Yo cree a dos personas, a las que ya os describiré más adelante, y con estos ases bajo el tentáculo ideé un plan de escape que, obviamente, funcionó.
Escapé, y ahora vivo en la casa de Soturisi, sirviendo como musa, inspirándoles con mi marina belleza y mi intelecto sin igual.
Y esta es, amigos, la historia sin comparación de una sepia de excepción, y no porque lo diga yo.

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